Escapadas otoñales a destinos europeos
Otoño es un tiempo espléndido para visitar las maravillas que ofrece Estambul. También es una buena época para disfrutar de la magnífica Roma, admirar la preciosa Brujas con sus canales, o deleitarse con el cielo de otoño de la elegante y romántica Praga, o los colores y olores de la ciudad alemana de Dresde. Sin duda, una escapada que te renovará antes de la llegada del invierno.
Fundada en el siglo XI, Brujas es una de las ciudades medievales más fascinantes y mejor conservadas del mundo. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000, la belleza de la capital de Flandes Occidental reside sobre todo en su impresionante red de canales, llegando al centenar, que la convirtió en un importante centro comercial del norte de Europa. Esta pequeña ciudad posee rincones de cuento y edificios de diversos estilos arquitectónicos, donde la plaza Markt, Burg y la famosa Torre Belfort marcan el ritmo de la ciudad. No dejes de pasear por el curioso callejón del Asno Ciego y visitar el Lago del Amor. ¡Una ciudad encantada para una escapada otoñal de cuento!
Estambul: cuna de tres civilizaciones
Capital de tres imperios (romano, bizantino y otomano), Estambul es la ciudad más grande de Turquía. Sus monumentos (la espectacular catedral de Santa Sofía, el Palacio Topkapi o la fascinante mezquita Azul) y sus calles (no dejes de perderte por el Gran Bazar) guardan el secreto de la antigua Constantinopla. Ciudad caótica y serena a la vez, vive la contrariedad de dos mundos: el tradicional y el moderno. Destaca por sus paisajes naturales como el Cuerno de Oro y el estrecho del Bósforo, encrucijada de continentes (Europa y Asia) y de mares (Mar Negro y el Mar de Mármara), que se puede recorrer en un paseo en barco. También el Parque Gülhane, situado en el corazón del centro histórico, es un lugar muy bonito para dar un paseo. No dejes de disfrutar del tradicional baño turco.
Arte, historia, religión y placer se mezclan y combinan de forma casi perfecta en la ciudad de Roma, capital de Italia, y cuya gastronomía, ambiente y vida nocturna te deleitarán durante tu estancia. Porque si algo no le falta a esta magnífica urbe son, sin duda, monumentos y restos arqueológicos (Coliseo, Panteón, Foro, Arco de Constantino) de épocas gloriosas de la historia de uno de los imperios más influyentes de la Humanidad. Tampoco falta el caos, el cosmopolitismo y la buena vida que ofrece la Ciudad Eterna. Una ciudad protagonista de muchas películas, cuyos directores como Federico Fellini se quedaron prendados de las maravillas de la ciudad (¿recuerdas la memorable escena de la Fontana de Trevi en La dolce vita?).
Praga, la ciudad de las Cien Torres
Pequeña, acogedora y con una arquitectura de cuento de hadas. Donde no falta un castillo, una iglesia y un puente entrañable de estilo gótico (el puente de Carlos). Así es la capital de la República Checa. Cuna del escritor Frank Kafka, Praga te invita a serpentear por las calles estrechas y empedradas del Barrio Judío, por sus plazas medievales y sus edificios de gran belleza arquitectónica. También a disfrutar de sus cafés, sus tiendas y sus museos. En definitiva, una ciudad perfecta para una escapada en otoño.
Dresde, una de las ciudades barrocas más bellas
Conocida como la Florencia del Elba, Dresde es una de las ciudades barrocas más bellas y la más verde de Europa. Esta magnífica ciudad fluvial, situada en Sajonia y rodeada por el río Elba, ofrece una amplia oferta cultural, y multitud de tesoros arquitectónicos de gran belleza como la Semperoper, uno de los teatros de ópera más bellos del mundo, el palacio Zwinger o la iglesia Frauenkirche, joyas del barroco europeo, así como los Tres Castillos del Elba (Albrechtsberg, Lingner y Eckberg). Una ciudad romántica para vivir un fin de semana otoñal.