El ‘boom’ de las cervezas artesanales

Las mejores materias primas y nada más. No buscan grandes producciones, fabrican productos con alma, como hace 400 años, sin aditivos, sin conservantes… La floreciente industria de la cerveza artesanal innova en sabores y cuida hasta el último detalle de sus diseños, desde el logotipo a las etiquetas, las botellas o las chapas.

Desde hace unos años se suman día a día más productores a la revolución de las cervezas artesanales en nuestro país. No resulta fácil medir su impacto porque, aunque muchas fábricas han adquirido un tamaño considerable, como Sagra en Toledo o Maier en Cádiz, la mayoría siguen siendo microemprendimientos con pequeñas ediciones y cuyo producto no supera un radio de 150 kilómetros.

 

Festival del sabor

La web Birrapedia contabiliza unas 1.500 empresas de cerveza artesanal en España, aunque otros hablan de al menos el doble. Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que todos estos emprendedores buscan volver al origen, con procesos artesanales y productos 100% naturales, sin conservantes ni aditivos. Donde cada elemento que se añade tiene un sentido para potenciar el sabor y, como estamos en el siglo XXI, tampoco olvidan la importancia de un buen diseño. Si te animas a probarlas, te sorprenderás con cervezas con carácter, innovadoras, con alma…

Cataluña ha sido una cuna importante de este movimiento. Allí se localizan una parte importante de los emprendimientos y, además, cuenta con el Barcelona Beer Festival. Un punto de encuentro de los amantes de la cerveza artesana que en 2016 celebró su sexta edición con el objetivo de darla a conocer y que cada vez más gente la descubra. Cuentan con una gran ventaja: quien las prueba, se engancha.

 

Sabores únicos

Resulta difícil elegir entre tantas opciones, pero para muestra un botón. Empezamos con Montseny Mala Vida Chili, elaborada en Barcelona, recomendada para los paladares más experimentados y amantes de las emociones fuertes porque esta cerveza negra es robusta, compleja ¡y picante!, ya que incorpora dos tipos de chile. Otro sabor único, aunque este limitado a los meses de invierno, lo encontramos en La Virgen de castañas, una cerveza madrileña de alta fermentación, elaborada con un proceso único con castañas asadas al fuego y peladas a mano.

Una bien fresquita para saborear estos días puede venir de Pontevedra, Senador Volstead es un irónico homenaje al senador que instauró la Ley Seca en Estados Unidos en 1920; una ale blanca dulzona y con un punto exótico que resulta del añadido de semillas de cilantro y piel de naranja a los ingredientes tradicionales.

 

Paladar y diseño, de la mano

Todas ellas os sorprenderán por sus cuidados y originales diseños, como Dolina, inspirada en los yacimientos de Atapuerca; esta premiada cerveza burgalesa, fiel al estilo de las dubbel belgas, tiene por etiqueta una mancha dorada que, al rascar, descubre el dibujo de una calavera.

Otra original etiqueta la encontramos en Burro de Sancho, la creación de castellanas Cervezas Sagra en honor al burro del fiel escudero de Don Quijote, que deseaba convertir en cerveza toda la cebada que encontraba a su paso, y que nos divertirá con su diseño desenfadado de letras de color verde chillón y un burro burlón que se asoma.

También de animales va la cosa en Tinta pop, una excelente marca de cerveza que luce orgullosa su característico pulpo en la etiqueta, en honor a su creador que, por una lesión, tuvo que dejar su oficio de pescador.

Sea como sea, este verano te invitamos a dejarte seducir por un sinfín de sabores y colores de los más refrescantes caldos de cebada y lúpulo. ¡Te volverás adicto a las cervezas artesanales!