Los riesgos del uso de software ilegal
El 44% de las empresas en España utiliza paquetes informáticos sin licencia. Ello supone riesgos operativos, económicos y legales muy importantes.
Hace unos días se hacía pública una sentencia del Juzgado de lo mercantil n.º 2 de Alicante que impone una indemnización de más de 450.000 euros a las empresas Vicedo Marti y Enfavi por los daños y perjuicios causados por la reproducción de programas de software sin licencia.
Dicha sanción económica, una de las mayores impuestas en nuestro país por infracción de los derechos de propiedad intelectual del software, trajo a la palestra una importante reflexión: los riesgos a los que se enfrentan las empresas que utilizan software ilegal.
4 de cada 10 en España
Los datos dan magnitud a este importante problema. El 43% de los paquetes informáticos que utilizan las empresas en nuestro país es ilegal o se utiliza sin los permisos correspondientes (por ejemplo, mayores licencias de lo permitido). Esta cifra es un 15% más alta que la media de los países de Europa occidental, según una encuesta global realizada por la consultora IDC para BSA The Software Alliance, asociación que aglutina las principales empresas de tecnologías de la información a nivel mundial.
En cifras, la industria pierde más de 800 millones por el uso de software ilegal en las empresas, que impacta directamente en las cuentas de los fabricantes y desarrolladores de software. Pero ¿a qué riesgos se enfrentan estas empresas?
Los riesgos
“El software es uno de los activos de negocio más importantes para cualquier empresa, especialmente en el sector industrial. Es un motor que mejora la eficiencia y capacidad de producción, así como la productividad de sus empleados. Pero si no es gestionado de forma adecuada, puede suponer riesgos operativos, económicos y legales muy importantes”, afirma Andrés Pi, presidente del comité español de BSA.
Entre los primeros se encuentran el riesgo de suspensión de su actividad y la inhabilitación para obtener subvenciones o ayudas públicas e incentivos fiscales, a las que se suman las posibles indemnizaciones a los perjudicados y multas por el mal uso informático, agravadas tras la reforma del Código Penal en 2015. Incluso, existen riesgos penales para sus responsables, que pueden llegar a penas de prisión.
Otras consecuencias, no menos importantes, son el perjuicio que puede causar a la reputación de su marca e imagen pública.
Software malicioso
La BSA también advierte de una correlación directa del malware (software malicioso) y el software sin licencia: cuanto mayor es el índice de software sin licencia instalado en los equipos, mayor es la probabilidad de que exista malware en dichos equipos, con los graves riesgos que ello conlleva.
Además de los problemas operativos y de seguridad, el coste de enfrentarse a sistemas contaminados con malware puede ser muy alto. Solo en 2015 los ciberataques a empresas representaron un coste de más de 400.000 millones de dólares, según BSA.
¿Cómo mitigarlo? Asegurándose de que todo el software instalado procede de fuentes legítimas y con el establecimiento de programas internos de gestión de activos de software (conocidos como SAM).