Transformación digital en época post-COVID-19

El coronavirus ha puesto a prueba a las empresas y las ha obligado a avanzar en su curva de adopción tecnológica de forma vertiginosa. ¿Qué impacto tendrá esta crisis en su digitalización?

En esta crisis sanitaria, lo digital se ha transformado, de la noche a la mañana, en el centro de la actividad y de las interacciones de las empresas. El balance ha sido desigual. Algunas organizaciones, aquellas con un alto grado de digitalización, han conseguido adaptarse en tiempo récord y con éxito a la nueva realidad. Pero otras muchas se han dado cuenta de su lentitud a la hora de hacerlo y que dicha adaptación no ha sido efectiva. ¿Qué han aprendido las empresas de esta crisis?

 

Una asignatura pendiente

Si hay una lección clara que ha dejado esta crisis a las empresas es la acuciante necesidad de transformación digital. Hace años que se habla de ello; sin embargo, sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país, sobre todo en el caso de las pymes. Tan solo el 14 % de ellas cuenta con un plan de digitalización en España, según el Índice de Economía y Sociedad Digital que elabora la Comisión Europea.

El dato no es baladí, ya que a 1 de enero de 2019 había en España 3.363.197 empresas, de las cuales 3.358.603, el 99,9 %, eran pymes (entre 0 y 249 asalariados), según el Directorio Central de Empresas (DIRCE).

Transformación digital acelerada

Sin dudas, la crisis del coronavirus ha acelerado el proceso de transformación digital y ha ayudado a las empresas a identificar sus debilidades y su capacidad (o incapacidad) para ser flexibles y adaptarse de forma eficiente ante cualquier escenario.

¿Mi infraestructura tecnológica está preparada? ¿Tengo una estrategia digital clara? ¿Qué impacto ha tenido en mi negocio esta situación? ¿Mi equipo posee las competencias digitales necesarias? ¿Cuento con los socios tecnológicos necesarios? Estas y muchas otras preguntas han surgido en las pymes, que han tomado conciencia de que, cuanto mayor sea su nivel de digitalización, mayor será su capacidad de afrontar un mercado en pleno cambio acelerado.

La transformación digital es ineludible para la supervivencia de las empresas en el futuro. Es el catalizador que les permitirá ser ágiles y flexibles, cualidades que ya no son solo deseables, sino imprescindibles.

Los retos de futuro

Las empresas tienen que trabajar en su hoja de ruta de transformación digital. Ello implica apoyarse en la tecnología para trabajar de forma diferente, ser más eficientes y construir nuevos modelos de relación que satisfagan las expectativas de sus clientes, proveedores y partners.

Los retos de esta transformación comienzan a incorporar las herramientas necesarias para el trabajo en remoto, por ejemplo, una buena conectividad, aplicaciones informáticas, almacenamiento en la nube, sistemas de gestión inteligente y multicanal, etcétera. Pero, además, deberán centrarse en el cliente digital y en su experiencia, incorporando nuevos canales de interacción, plataformas e-commerce, tecnologías contactless…. Por supuesto, los sistemas de ciberseguridad tienen que ser una prioridad.

Después la transformación digital de las pymes irá un paso más allá, en la búsqueda de optimizar recursos o mejorar o transformar su modelo de negocio, con la implantación de soluciones basadas en inteligencia artificial, internet de las cosas o plataformas de cloud computing, por ejemplo.

Las empresas no pueden ni deben estar solas en este camino. Muchos son los proyectos e iniciativas públicas y privadas que se están lanzando, como incentivos fiscales, facilidad en el acceso a la financiación, fomento de la contratación de profesionales TIC, entre otros. Nosotros, en Sage y nuestro ecosistema de Partners, tenemos que estar hoy más que nunca a su lado y a la altura para ayudar a conseguir la transformación digital en nuestro país.