Tiempo de setas: rutas para los amantes de la micología

Con las primeras lluvias del otoño, los bosques de nuestro país se convierten en una despensa de lujo para este auténtico manjar. Es el momento de coger la cesta de mimbre y salir al campo.

Comarca del Berguedà, en Cataluña

Al norte de la provincia de Barcelona, en el prepirineo catalán, se encuentra este oasis para los buscadores de setas, sobre todo níscalos. Se trata de un terreno montañoso que abarca la cuenca alta del río Llobregat y algunas sierras pirenaicas, cuyo epicentro es la localidad de Berga. En él encontramos hermosos parajes de rojos pinares. De hecho, Castellar del Riu se encuentra en esta comarca y es el municipio que más setas produce en Cataluña.

Ruta de Unzúe, en Navarra

Navarra es otro paraíso micológico, donde las lluvias y el clima son los responsables de la riqueza de especies. El sendero micológico de Unzúe es una buena opción. Once kilómetros en forma de raqueta que se inician detrás de la iglesia de San Millán y que nos permiten disfrutar de la transición del bosque continental-mediterráneo a los húmedos hayedos, con una gran variedad de setas.

 

Comarca de Pinares, entre Soria y Burgos

Es un enclave único donde convergen las sierras de Urbión, Cebollera y la Demanda. Allí, los bosques y pinares se convierten en un lugar ideal para pasear y recoger setas. Navaleno, un pueblo de mil habitantes en el corazón de la comarca, es el centro neurálgico desde donde acceder con facilidad a los puntos de mayor interés. Además, el Centro Micológico ofrece desde 2007 diversas actividades relacionadas con esta afición.

Bosque de Canfranc, en Huesca

Un ambiente extremadamente húmedo hace de este bosque una elección interesante para los seteros, ya que favorece el desarrollo de una gran variedad de especies micológicas. En sus montes predomina el pino silvestre o royo, a cuyos pies surgen hayas y abetos. Allí podemos encontrar setas calabaza, níscalos y capuchinas en los pinares, boletos entre los árboles y setas de San Jorge o Plateras en los claros, entre muchas otras variedades.

Ezcaray, en La Rioja

Este pueblo, junto con el de Igea, tiene una importante tradición micológica. Tanto que son populares las Jornadas Micológicas de Ezcaray, que este año se celebran el último fin de semana de octubre y primero de noviembre. Están dedicadas al aspecto gastronómico y didáctico de las setas, con salidas al monte en grupos acompañados por expertos micólogos y talleres culinarios.

Parque Natural Sierra de las Nieves, en Málaga

Andalucía alberga multitud de zonas y rutas donde perderse para recolectar centenares de especies. Este parque natural en la región occidental de Málaga es un excelente ejemplo. En sus bosques se han catalogado alrededor de 400 tipos de hongos, como la oronja o amanita de los césares, y vale la pena acercarse en primavera para recolectar la variedad colmenillas, que recuerda a los panales de abejas.

 

Sierra de Madrid, en Madrid

El Valle del Lozoya, el de El Paular o Pinares de Llanos son algunos de los lugares donde podemos acercarnos, a pocos minutos de la capital, para buscar entre pinares o bosques de robles ejemplares tan exquisitos como los preciados boletus, perrechicos, setas de fraile, níscalos o las setas de cardo. Solo el paseo ya merece la pena.