Cómo potenciar la creatividad tengas la edad que tengas
¿Qué es la creatividad? Según Ken Robinson, uno de los expertos más reconocidos en la materia, es “el proceso de generar ideas que tienen valor”. Todos podemos ser creativos si lo entrenamos.
¿Sigues pensando que no eres creativo y que esto no va contigo? “El creativo no nace, se hace”, afirman los expertos. Es decir, todos poseemos talento y tenemos capacidad para ser creativos, se aprende, como has aprendido a leer. Estos son algunas técnicas para ayudarte a estimular el pensamiento creativo.
Seis sombreros para pensar
Puede parecer un juego de niños por sus sombreros de colores, pero estimula un auténtico cambio en el pensamiento humano. Nos ayuda a pensar de forma diferente y puede ser un gran recurso tanto a nivel individual para analizar una toma de decisiones como a nivel grupal para cualquier reunión de trabajo.
- Sombrero blanco: es el que se utiliza para prensar hechos objetivos y cifras.
- Sombrero rojo: utilizado para aportar una visión emocional.
- Sombrero negro: es para cuando haya que “poner los peros” e indicar los puntos débiles de las ideas planteadas.
- Sombrero amarillo: las ideas positivas y la esperanza se plantean con este sombrero.
- Sombrero verde: es el de la creatividad y las nuevas ideas.
- Sombrero azul: es la visión global, el que organiza la secuencia de sombreros.
Comprobarás que afrontar cada situación “cambiando de sombrero” es más complejo de lo que parece; pero con la práctica se convierte en un recurso muy útil para llevar contigo tus “sombreros” a cada reunión o frente a cada reto en el ámbito profesional o personal.
Técnica de Moliere, “ojos limpios” o llamada al profano
Especialmente útil cuando un exceso de información o el estar demasiado involucrados nos provoca un estancamiento en nuestro pensamiento. Se trata de invitar a opinar a personas que no tengan nada que ver con el problema, puede ser un niño, un extranjero, una persona mayor, un profesional de otro campo. Una mirada fresca seguro que te sorprenderá y te permitirá salir del estancamiento.
El método Scamper
Te puede ayudar a generar ideas cuando no se te ocurre nada, para darle la vuelta a un problema o ir más allá. Se trata de hacer preguntas en torno a él, a las que trataremos de dar respuesta de una forma lo más creativa posible. Las preguntas giran en torno a siete conceptos, los cuales conforman las siglas de Scamper, en inglés: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Poner otros usos, Eliminar y Reordenar.
Por ejemplo, ¿qué pasa si sustituimos este proceso o qué podemos sustituir para bajar los costes? ¿Qué pasa si combinamos este servicio con este producto? ¿Cómo podemos adaptar este producto para que cumpla otra función? ¿Qué pasaría si modifico el envoltorio de mi producto? ¿De qué otra forma se puede usar mi producto? ¿Qué se puede eliminar para simplificar el proceso? ¿Qué pasaría si ofrecemos estos servicios en distinto orden?…
Todas las respuestas serán ideas que irán saliendo a la luz nos serán de muchísima utilidad para seguir desarrollando nuestro proyecto.
Mapas mentales
Es una técnica gráfica con la que organizamos las ideas a partir de una imagen o concepto central y desde la que se generan nuevas ideas acompañadas de otras imágenes o conceptos que se relacionan con la idea central. Al parecerse a la forma natural de cómo procesamos la información, permite que las ideas generen otras y así poder ver cómo se conectan y relacionan unas con otras de una forma no lineal.
La clave es colocar una idea principal en el centro e ir añadiendo, alrededor de esta, las ideas secundarias. Después, podemos seguir añadiendo nuevas ideas alrededor de todas ellas y así sucesivamente hasta donde sea necesario. Te ayudará a concretar ideas, clarificar, encontrar nuevas relaciones, ver el concepto global…sirve de gran ayuda en el trabajo en grupo.
Entrena tu mente
Estas técnicas funcionan estimulando caminos alternativos, “engañando” al cerebro para eludir las ideas estancas, los temores, los bloqueos mentales… Si te interesan, puedes profundizar en ellas y ponerlas en práctica en el trabajo y en tu vida diaria.
También puedes entrenar a tu cerebro con ejercicios muy simples, como buscar inspiración en otros sectores diferentes al tuyo; hacerte preguntas constantemente, incluso sobre lo que haces de manera automática; apuntar en una libreta las ideas que se te ocurran en cualquier momento; aburrirte, es decir, tener tu tiempo para no hacer nada, para descansar tu mente; o divertirte con las cosas que más te gustan, como un juego de mesa, bailar, cocinar, tocar un instrumento, etc.