Los mercadillos navideños más impresionantes de Europa

Cálidas luces, decoración típica, dulces, vino caliente, villancicos… Si nunca has vivido la blanca y auténtica Navidad en alguno de los más tradicionales y bonitos mercadillos europeos, te invitamos a hacerlo. ¡No te arrepentirás!

Berlín y Dresde, Alemania

Alemania es la cuna de los mercadillos de Navidad, y quizás por ello elegir uno solo resulta tan difícil. En Berlín se extienden por toda la ciudad, aunque el más emblemático sea el de la plaza de Gendarmenmarkt, junto a la catedral. En todos encontrarás los manjares típicos de la gastronomía alemana, como sus auténticas salchichas regadas por un buen glühwein (vino caliente especiado). ¡La mejor fórmula para combatir el frío!

El mercado de Dresde es considerado por muchos el más antiguo del país y probablemente de Europa. Se celebra en Altmarkt, la antigua plaza del mercado, donde encontraremos más de 250 puestos donde hacer nuestras compras navideñas con la mayor ilusión. Y sin olvidarnos del tradicional stollen (pan dulce), que nos dejará el mejor sabor de boca.

 

Estrasburgo, Francia

Desde 1570 se celebra aquí el mercado de Navidad más antiguo de Francia, el Christkindelsmarik, a los pies de la catedral de la plaza Broglie, casi en la frontera con Alemania. La influencia germana se percibe en su arquitectura y en el olor a especias que impregna el aire, así como en la confitería local, en la artesanía y en el típico vino caliente. ¡Déjate seducir por la magia que rodea todo al caer la noche!

 

Viena, Austria

Con la llegada del Adviento, a finales de noviembre, Viena se viste con casetas de madera y luces navideñas que la convierten en un verdadero cuento de hadas. El mercadillo más típico lo encontramos en la plaza del ayuntamiento, pero hay uno casi en cada rincón y todos igual de especiales, como el del palacio de Schonbrunn, el de Maria Theresien Platz, el de la iglesia de Karlskirche, la plaza de Freyung… No dejes de saborear sus dulces y beber el que quizás sea el mejor chocolate caliente de la Navidad.

 

Tallin, Estonia

Conocida como la pequeña Praga, es uno de los pueblos medievales más bonitos de nuestro continente y en Navidad no podía ser menos. Su casco antiguo rodeado de murallas se convierte en el entorno mágico ideal para recorrer sus mercadillos navideños, empezando por el de la plaza del ayuntamiento. Entre los regalos navideños, la artesanía de cristal es de los más apreciados. Y no temas, porque para combatir el frío disfrutarás de sus sopas calientes, salchichas, chucrut y, por supuesto, del vino caliente, que no puede faltar.

 

Praga, República Checa

Praga es bella en cualquier época del año. En Navidad, su espectacular centro histórico se viste de luces, color y una decoración navideña que te enamorará. En el mercadillo de la plaza de la Ciudad Vieja puedes visitar un gran pesebre, rodeado de tiendecitas y puestos de comida caliente. El mismo ambiente festivo se repite en los mercados de la plaza de Wenceslao, el de Vinohradi o el de la plaza de la República, todos ellos amenizados por los mejores acordes navideños.